domingo, septiembre 10, 2006

El condón

La verdad que con todo esto de la píldora del día después, el tema de los métodos anticonceptivos en un tema de lo mas "in", así que para no quedarme atrás de los temas contingentes... en esta oportunidad "hablaremos" del condón y el cómo nos relacionamos con él, como siempre hablaremos desde el distinguido Club de Lulu.
Cuesta imaginarse cómo habrá sido la vida sexual sin el condón, pero pensándolo bien, debe haber sido un verdadero placer, con esto no quiero decir que en la actualidad, no goce, pero si estamos un poco mas condicionados por su uso. es cierto que era un mundo lleno de gonorrea, sifilis, herpes y cuanta enfermedad de transmisión sexual existe, pero estoy segura de que si el Sida no existiera, andariamos todos y todas tirando de lo lindo y seriamos mucho menos buenos para "atracar".
Porque, al fin y al cabo lo que el condón ha hecho en la sociedad actual es una transformación total, pues nos ha convertido, sobre todo a las mujeres en "Atracadoras Profesionales". Y junto con eso ha hecho que toda nuestra parte pacata tenga también una buena excusa. El Sida ha sido, mal que mal, la mejor propaganda de la maldita monogamia. Mejor que el amor incluso.
El condón hace que uno piense dos veces si es que realmente quiere la dama acostarse con un tipo, ahce que el macho que no lo porte se quede con las ganas si es que la lola se lo exige. Es decir, racionaliza el revolcón. En ese momento es cuando se piensan estupideces como que hay que ser decente, que mañana nos arrepentiremos y que sería mejor esperar al hombre adecuado. Pero hay hombres y hombres, y por lo tanto, los hay más o menos rápidos que otros para desenfundar el miembro, factor decisivo a la hora del arrebato... Por que en nuestro caso si un hombre al que uno recién viene conociendo lanza la patuda frase "pónmelo con la boca" tiene escasas posibilidades de que la monona se acueste con él. en cambio si un tipo se pone el condón discretamente, está mejor colocado en la escala de las opciones. Es que las mujeres tendemos a pensar más de la cuenta en ese momento. Cuando usamos la cabeza, se enfría la entrepierna, uno recuerda cuanto le aterra la intimidad y la mayoría sale corriendo. Aunque conozcamos al hombre hace tiempo, nos guste, nos hayamos toqueteado y besuqueado con él, para que una se deje penetrar tiene que estar "ida", con la cabeza en otro lugar. Y el condón hace que una aterrize en picada.
Uno de los factores más decidores - a parte de la destreza del hombre en su uso- es el olor. No hay nada más feroz que el olor a goma de los condones. Lamerlo es peor que chupar neumáticos y por principio uno se niega. Además, después que aparace en escena, da la sensación que al fin de la entretención está próximo y aunque, en rigor, se puede asumir la aparaición del preservativo con el mismisimo fin de preservar y extender un sano encuentro sexual, a una le pasa lo contrario. Todo queda contaminado con el olor y gusto a goma, y , por lo mismo, sabemos que tenemos escasas opciones de que nos toque un buen sexo oral.
Porque claro, los hombres encuentran que es muy seguro que uno les haga el sexo oral inlcuso con el plástico puesto, pero no tienen ni la menor intención de bajar a la entrepierna de una y degustar el exquisito sabor que queda si han pasado por ahí el condón. O bueno, eso ha sido en algunos casos contados por algunas miembros del club de lulu. Se puede decir que las que relataron estos hechos son unas ignorantes y que existen condones de múltiples sabores, es verdad, pero no lo intenten con el que tiene sabor a chocolate, pues fue este, el protagonista de una triste experiencia.
El miembro quedó envueltoen un condón color café, lo que hacía que se viera como una prieta destruida y además la mezcla del sabor a goma con chocolate es detestable.
Como mencioné anteriormente, a veces de tanto odiar el condón en tiempo de solería desenfrenada una se vuelve adicta al atraque. A sacarse la ropa y frotarse, chupetearse e incluso hasta masturbarse, pero cuando sale el condón varias se sientan y empiezan a vestirse. Las veces que la monona acepta quedar es por que le gusta mucho el monono o porque aunque el galan no le vuelve loca, el coondón ha pasado inadvertido. Bueno, ha habido otras que también lo han puesto por motu propio, pero ésas han sido las menos. Lo que esta claro es que no adscribimos al movimiento pro- erotización del preservativo. Para nosotras sigue siendo un trámite que del que esperamos se haga cargo el hombre. En esto sabemos que somos patudas, pero por ahora no tenemos ganas de andar haciendo maromas con el condón. Una amiga dice que tenemos que aprender, que no hay más bien cotizado que ponerlo graciosamente con la boca y otras variantes más. Sabemos que podemos si nos esmeramos, pero hasta aquí no nos han dado las ganas. El condón nos deprime. No hay caso, nosb gusta la carne: en vivo, en directo y cruda.

1 comentario:

gonz dijo...

sipe, club de lulu a too ritmo!!

= no lei todo pk toy cagado de sueño pero me parece coherente a lulu.

chauuuuu

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