lunes, septiembre 18, 2006

Fellatio

Una que fue educada en colegio de monjas, del cual a pronta edad fue expulsada por no "adecuarse" a las normas del colegio, que exigía que una como la niña "bien" que era, debía usar el jamper a una medida considerada, que para ellas era bajo la rodillas, usar el pelo largo y no realizar juegos bruscos con sus compañeras ni menos agredirlas, no me explico como una se entera que una buena "conferencia" era un buen punto partida con el sexo masculino.
Como que sin querer una se va entrenando para ese menester, por que como exponía una de las distinguidas miembro del respetado club de lulu, en una sesión extraordinaria que se tuvo debido a las fiestas patrias, que una desde chiquita como que se comienza a preparar para dicha labor: el paletón que de niña uno chupaba durante horas, el helado, la manzana confitada, el coyak, en fin.. tantas cosas ¿no?, pero antes de seguir con el tema quiero aclarar un punto que incomoda; el término " chupar pico" definitivamente lo encuentro una ordinariez de marca mayor, sé que cuando una anda con unos tragos de más, o conversando con amigas, o que sé yo , lo dice a diestra y sieniestra, pero siendo honesta lo encuentro feroz, porque aunque fellatio es una ridiculez, hasta eso me parece mejor que "chupar pico".
Aclarado este detalle, continúo. Según el distinguido Club, la primera vez que una se enfrenta a dicho menester no es por iniciativa propia, sino que nace del galán de turno. Los comienzos son algo extraños, pero más que por una cuestión de gustos, básicamente porque la máxima impresión es que ese significativo trozo carne tuviese la capacidad de levantarse, con ese ángulo y esa intensidad, sin ningún hueso, músculo o cartigalo mediante. Con el tiempo se olvida ese detalle y luego una se va dando cuenta que pucha que les gusta a los hombres el cuento y de hecho nunca ninguna de nosotras se ha topado con ni uno que se resista a la chupada, más bien siempre es el caso contrario.
Siendo infidente, pero nunca tanto, una de las miembro contó que una vez un novio de la cual estuvo estúpidamente enamorda (o quizás empotada como dirían las viejas) y que tenía tal la obsesión por el cuento que si osaba negarse, era pelea y enfurecimiento seguro, junto al castigo habitual; dejarla sin sexo varios días. Así es que previendo lo que se venía prefería decirle que bueno y así también evitarse la clásica y desproporcionada frase masculina que tanto les gusta tirarle a una en la cara: "Es que tú nunca querí".
El asunto es que con el tiempo y pese al trauma anterior, la mayoría de las mujeres se van haciendo bastante devota de la práctica e integrándola en el repertorio habitual sin drama alguno, por lo tanto siempre uno piensa que a las amigas les gusta también. Pero con el tema en la mesa, junto a los vodka que llegaban a motivar dicha conversación, una de las asistentes dicha noche, dijo abiertamente que no le gustaba para nada, mejor dicho dijo textual: " o sea lo hago, pero con sacrificio, la verdad que ustedes son las unicas minas que conozco que les gusta hacerlo". Otra hizo una declaración aún más impactante: " A mi en realidad me gusta chupar las bolas" y la última, confesó que para disfrutarlo tenía que estar en un estado de calentura memorable. Así pues, me encontré que parace que más que volverse locas las minas con esto, saben que es parte del "combo" ( a esto me refiero que una lo hace sí o sí) y que muchas han empezado a disfrutarlo con el tiempo, mientras que las que tienen pareja estable, les invade la lata.
La verdad es que no quiero sacar conclusiones porque no represento a nadie ni me interesa tirar todo al saco de "las mujeres", esas son mis amigas y punto. Lo que sí quiero dejar en claro y que pese a la aficción que muchas pueden tener, la mamada tiene sus peros.
Primero: El extremo gusto de los hombres por que las mujeres se los haga a cada rato, en cada momento y ojalá hasta que se vayan, es una preción que agota.
Segundo: La pésima costumbre de los hombres de agarrar la cabeza de las mujeres e impulsársela hacia el miembro en cuestión, es cargante, poco sutil y puede provocar en el género el total enfriamiento y rechazo al acto en sí.
Tercero: Que los hombres olvidan que tenemos dientes, por lo tanto no imaginan lo dificil que es hacerlo sin raspar en ningún momento.
Cuarto: También se olvidan que una tiene que respirar por lo menos una vez cada dos minutos, así la técnica Chupada - succión en el mismo tiempo (cosa que les mata) no es posible de mantener por mucho rato.
Quinto: Que la saliva a veces escasea y sin eso, el asunto es un infierno.
Sexto: Que es una buena costumbre mantenerla en buenas condiciones higiénicas.
Séptimo: Que muchas veces una no tiene ganas de abrir la boca y tragársela, lo que no significa más que eso.
Lo que hay que tener claro pese a todos los inconvenientes, un hombre nunca es igual luego de un buen, extenso y humedo fellatio. Menester que cada día se esta haciendo más popular y que las mujeres poco a poco estan empezando a disfrutar.
Mis respeto al distinguido Club de Lulu... sin las cuales estos textos no serían posible.

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