Tuve la oportunidad de crear una oficina, lo cual me llena de
orgullo, porque esta vino a satisfacer una necesidad detectada en dicha comuna.
Comencé desde cero, con las puras ganas,
pero con compromiso y entusiasmo.
De eso ya dos años y medios, si
bien no he podido realizar todo lo que quisiera, la oficina ya tomo forma y
reconocimiento, contando a la fecha con más de 2.000 usuarios activos.
No fue fácil, por un lado el
presupuesto reducido, sino que también por una cuestión política partidista, si
bien, no estoy inscrita en ningún partido, se me tacho de Comunista, lo cual es
un pecado capital en algunos municipios. Con trabajo, como corresponde, demostré
de lo que soy capaz y mantuve mi trabajo a pesar de algunos sobresaltos.
Llegó el 2012 y con eso las
Elecciones Municipales, fui testigo privilegiado al ver cómo se desarrolla una campaña política,
a veces despiadada y sin cuartel.
Calles plagadas con
propaganda, decenas de candidatos
prometiendo y mintiendo a destajo, con jingles
usando la música del momento.
Pero debo ser honesta, creatividad vi muy poco. Solo demostraciones de poderío
económico reflejado en miles de carteles, gigantografias, sonrisas falsas,
fotoshopeadas, abrazos falsos con rostros reconocidos en la escena política,
decenas de imágenes de una Bachelet manoseada hasta el hastío, como si su solo
rostro, fuese el garante de que el sujeto a su lado, es la mejor opción para un
sillón Alcaldicio.
Diputados, Senadores, tocando puertas, jurando que su “protector” es
la mejor opción. Cómo si ellos fuesen un ejemplo a seguir.
Transitaba por diferentes comunas
y el paisaje era desolador, entre más pretendían marcar una diferencia, era más
de lo mismo, cero innovación.
Después los análisis, un alto
porcentaje de chilenos no voto…. Y los
mismos políticos se consultaban el porqué?
Decidir No votar, es una
decisión, le guste a quien le guste, y es síntoma de la decepción que se siente
por la clase política partidista en general.
No queda más que levantar propuestas
alternativas a los viciados procesos establecidos. Dar la lucha para cambiar aunque sea en algo
este sistema.